Visión general de la prevención de la violencia sexual en universidades La violencia sexual es un grave problema de salud pública que afecta a todas las comunidades. Una de cada cinco mujeres es atacada sexualmente en la universidad, y aunque uno de cada 16 hombres ha sido víctima de un intento de ataque o de ataque consumado (Krebs et ál., 2007), las investigaciones muestran que los alumnos universitarios tienen menos probabilidades que las estudiantes universitarias de denunciar un ataque (Banyard et ál., 2007). Las repercusiones de la violencia sexual pueden ser amplias y tener impactos a largo plazo. L@s sobrevivientes corren un mayor riesgo de sufrir trastorno de estrés post-traumático, abuso de sustancias y depresión (Kilpatrick et ál., 2007). Como consecuencia de ello pueden tener dificultades en su desempeño académico y a menudo abandonan los estudios (Arria et ál., 2013; Eisenberg et ál. 2009). A la inversa, es improbable que las personas que cometen abuso sexual sean denunciadas o responsabilizadas y podrían violar de nuevo (Lisak & Miller, 2002). Los colegios superiores y las universidades están en condiciones singulares de crear una cultura universitaria que sea segura para tod@s l@s estudiantes, el cuerpo académico y el personal. Tal como lo muestran las investigaciones, las universidades deben ir más allá de un solo evento de concientización para cambiar conocimientos, actitudes y creencias (DeGue et ál., 2014). Este documento define la prevención integral de la violencia sexual e identifica estrategias eficaces para involucrar a la comunidad universitaria. Prevención 101 Hay muchas piezas que deben unirse para crear un enfoque integral a la erradicación de la violencia sexual. La toma de conciencia, la reducción de riesgos, la respuesta y la prevención son todas piezas de ese rompecabezas. La toma de conciencia aumenta la comprensión de lo que la violencia sexual es y de su prevalencia. Las actividades de concientización también pueden orientar a estudiantes y al personal respecto a los recursos de apoyo que están disponibles. Un enfoque de reducción de riesgos ayuda a las personas a identificar señales de alerta y conocer sugerencias para su seguridad. La respuesta ocurre tras un ataque y su función es reducir el impacto del trauma en l@s sobrevivientes y en las personas cercanas a ell@s. Aunque todas estas piezas son importantes cuando trabajamos para poner fin a la violencia sexual, este documento se centra específicamente en la prevención. La prevención va más allá de generar conciencia y reducir los riesgos—involucra a las comunidades universitarias en la creación de soluciones a largo plazo para los problemas sociales. Las estrategias de prevención efectivas se sustentan en la comprensión de que, para prevenir la violencia sexual, debemos abordar sus causas fundamentales y las normas sociales que permiten su existencia. Esto significa hacer la conexión entre todas las formas de opresión y cómo crean una cultura en la cual se nutre la desigualdad y la violencia es vista como normal y aceptable. Assessing campus readiness for prevention: Supporting campuses in creating safe and respectful communities [Evaluando la preparación universitaria para la prevención: Apoyo a las universidades en la creación de comunidades seguras y respetuosas] http://www.pcar.org/sites/default/files/file/CampusWholeBook_Web.pdf Una herramienta que ha resultado útil a muchas universidades y centros para atención de la violencia sexual es esta evaluación de la preparación comunitaria (Wasco & Zadnik, 2013), que recoge respuestas de un pequeño grupo de personas fiables sobre aspectos de la comunidad universitaria (como ambiente en la universidad, liderazgo, actividades y conocimientos sobre la prevención de la violencia sexual). Esta herramienta integral puede ser un primer paso hacia una programación sostenible de la prevención. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) (s/f). The social-ecological model: A framework for prevention [El modelo socioecológico: Un marco para prevención]. Fuente de la imagen: http://goo.gl/AK3Cyt, pág. 5. Ver también: CDC (s/f). Detenga la violencia antes de que aparezca, http://goo.gl/JqwmnF. El modelo socioecológico: Construyendo una respuesta comunitaria Históricamente, los esfuerzos de prevención en las universidades se han centrado en estudiantes individuales por medio de folletos, cursos virtuales, clases de defensa personal, sugerencias para seguridad y orientación en el primer año. Aunque el trabajo de prevención a nivel individual es valioso, también debemos reconocer que las personas están fuertemente influenciadas por otras con quienes interactúan, como también por la comunidad y la sociedad donde viven. El modelo arriba muestra cómo se vinculan los factores individuales, relacionales, sociales y comunitarios. Es importante que las estrategias de prevención lleguen a todos los niveles del modelo. A nivel relacional, muchas universidades han adoptado enfoques centrados en espectadores, alentando a la gente a trabajar con sus amistades, pares y otras personas para confrontar y modificar normas sociales que contribuyen a la violencia. Estos enfoques dirigidos a espectadores no se limitan a coetáne@s y pueden también involucrar a otr@s modelos de referencia presentes en una comunidad universitaria—como entrenadores/as, atletas, profesoras/es, madres y padres. A su vez, estas relaciones están influenciadas por la universidad, la comunidad más amplia y la sociedad. Si se desean cambios a nivel individual, entonces también hay que focalizar el ambiente social y cultural que influye en la persona. Consideremos cómo serían los esfuerzos de prevención en la universidad si fueran dirigidos a todos los niveles que influyen en estudiantes—centrándose en la/el estudiante y sus relaciones, pero también en la universidad y la comunidad más amplia. Esto será diferente en cada universidad, pero podría incluir esfuerzos en torno a desarrollo de mensajes, capacitación y habilidades, intervenciones en espectadores o desarrollo y revisión de políticas. Principios de la prevención: Nueve claves para una prevención efectiva Los nueve principios identificados por Nation et ál. (2003, pág. 252) nos orientan acerca de cómo hacer que los esfuerzos de prevención resulten tan efectivos como sea posible. Existen muchos enfoques a la prevención o temas en los cuales estos principios pueden ser aplicados, tales como intervenciones en espectadores, sexualidad saludable, alfabetización mediática, involucramiento de hombres y trabajo contra la opresión. Un método específico de prevención es una manera focalizada de abordar las metas y necesidades de tu universidad. Los siguientes principios son fundamentales para implementar eficazmente cualquier esfuerzo de prevención que apoye tus metas específicas. 1. Integral La programación para prevención focaliza múltiples niveles del modelo socioecológico a fin de afrontar las causas fundamentales de la violencia sexual y las actitudes y creencias que permiten su existencia. Las personas están fuertemente influenciadas por las relaciones, la comunidad universitaria y la sociedad a su alrededor. Alienta a tu universidad a ir más allá del nivel individual y focalizar la programación para prevención a múltiples niveles. 2.Diversos métodos de enseñanza La programación para prevención tiene una mejor aceptación cuando el mensaje se transmite usando múltiples formas de medios o presentaciones. Piensa en los diferentes métodos que podrían utilizarse para involucrar a un público. Planifica una programación para prevención que llegue a la gente en diversas formas (representación cultural, expresión artística, trabajo en grupo, conferencia tradicional, medios interactivos en línea). 3.Dosis y duración suficientes Una efectiva programación para prevención se imparte a un grupo a lo largo del tiempo, por una duración de tiempo significativa y con múltiples exposiciones a fin de incrementar los conocimientos y desarrollar habilidades. Céntrate en “saturación versus aspersión”. Cuando la programación focaliza al mismo grupo a lo largo del tiempo, las personas adquieren una comprensión integral del tema. Este grupo puede luego ayudar a influir en otros grupos dentro de la comunidad universitaria. 4. Orientada por la teoría y basada en evidencias Una programación para prevención que se sustenta en la teoría y está apoyada por investigaciones es más efectiva. Herramientas tales como el modelo socioecológico garantizan que los esfuerzos de prevención serán efectivos. Las estrategias usadas en la universidad deberían basarse en investigaciones actuales y trabajar para abordar los factores de riesgo y de protección. Visita la biblioteca virtual del NSVRC para acceder a los estudios más recientes: www.nsvrclibrary.com. 5. Relaciones positivas Una efectiva programación para prevención propicia construir relaciones positivas y ser modelo de éstas. En una cultura universitaria de aprendizaje y nuevas experiencias, l@s pares, el cuerpo académico y el personal pueden jugar un rol siendo modelos de habilidades y estableciendo relaciones positivas con l@s estudiantes. 6. Calendarizada apropiadamente Los programas de prevención deberían ser apropiados a la etapa de desarrollo de las personas. Los mensajes de prevención resultan más eficaces cuando son desarrollados para públicos específicos y diseñados en forma apropiada para su nivel de comprensión y experiencia. Una calendarización bien pensada puede asegurar que los mensajes se apoyan unos a otros y son transmitidos de manera oportuna. 7. Pertinente para el contexto sociocultural Los programas de prevención son creados por y para la comunidad específica a la que están involucrando, incorporando las normas culturales de esa comunidad. Los esfuerzos de prevención no son un enfoque de “talla única”. Las personas en la universidad tienen su propia cultura y cada universidad tiene una cultura singular. Planifica una programación que respete y haga eco de la historia, las fortalezas y los retos de esta cultura, sabiendo de que los currículos uniformes pueden no ser adecuados para todas tus necesidades individuales y universitarias. 8. Evaluación Los programas de prevención son exitosos cuando invierten en los resultados de sus esfuerzos. Ten claridad de tus metas y objetivos antes de planificar tu estrategia de prevención. Luego no olvides volver atrás y evaluar sistemáticamente si la programación está cumpliendo esas metas y esos objetivos y finalmente sirviendo bien a tu universidad. Aparta tiempo y dinero para evaluar tus esfuerzos. 9. Capacitadoras/es cualificad@s Los programas de prevención efectivos invierten tiempo, energía y recursos financieros para apoyar y desarrollar capacitadoras/es cualificad@s. Colabora con los recursos comunitarios. El centro local para atención de crisis por violación cuenta con especialistas en el campo de la violencia sexual que pueden jugar un papel crucial cuando empiezas a planificar tus esfuerzos de prevención en la universidad. Las siguientes preguntas pueden asegurar que la programación para prevención es pertinente e inclusiva: • ¿Cómo puede utilizarse una gama de estrategias de prevención (es decir, intervenciones en espectadores, sexualidad saludable, alfabetización mediática, involucramiento de hombres y trabajo contra la opresión)? • ¿Los mensajes son pertinentes para subculturas universitarias específicas y diversas poblaciones de estudiantes (por ejemplo, estudiantes de color, estudiantes internacionales, estudiantes LGBTQ, estudiantes que viajan desde otras ciudades, estudiantes mayores)? ¿Cómo estás involucrando a estudiantes transferid@s, no residenciales, de posgrado y no tradicionales? • ¿Cómo fueron involucradas las voces, experiencias y perspectivas de l@s estudiantes? ¿Incluye este enfoque a sobrevivientes en una manera orientada por el trauma? •¿Cómo pueden ampliarse las oportunidades para compartir información de modo que se alcance a estudiantes en múltiples entornos? Espectro de la prevención: Trabajar para llegar al siguiente nivel Este documento se ha referido a los esfuerzos integrales de prevención de la violencia sexual como una respuesta universitaria que trabaja a múltiples niveles: individual, relacional, comunitario y social. Los principios de la prevención (Nation et ál., 2003) orientan a las universidades respecto a cómo abordar este trabajo en cada nivel de una manera que sea efectiva y tenga impacto. Much@s soci@s deben involucrarse para crear estrategias a largo plazo y construir un entorno seguro para l@s estudiantes, el cuerpo académico, el personal y las comunidades aledañas. Cada universidad se encuentra en una etapa diferente de preparación y capacidad para ocuparse de la prevención de la violencia sexual. Aun así, cada universidad puede trabajar para llegar al siguiente nivel en la creación de un ambiente seguro. La violencia sexual ocurre en un contexto más amplio que está influenciado por factores comunitarios y sociales. La prevención integral aborda cada nivel. El documento The Spectrum of Prevention [El espectro de la prevención] (Cohen & Swift, 1999) ofrece un mapa de ruta para que múltiples esfuerzos de prevención trabajen conjuntamente hacia una solución integral. Nivel 1: Fortalecer los conocimientos y las habilidades individuales. Mejorar la capacidad de una persona para prevenir la violencia y promover la seguridad. Los talleres sobre la definición de la violencia sexual, su impacto, cómo responder a revelaciones de ataques, políticas universitarias y dónde encontrar recursos locales comparten información importante para estudiantes, el cuerpo académico y el personal. Considera estrategias de prevención pertinentes a fin de brindar información y habilidades para prevenir la violencia sexual: intervenciones en espectadores, sexualidad saludable, alfabetización mediática, involucramiento de hombres y trabajo contra la opresión. Nivel 2: Promover la educación comunitaria. Llegar a grupos de personas con información y recursos para prevenir la violencia y promover la seguridad. Los eventos universitarios suelen tener la intención de alcanzar a muchas personas de una sola vez con información sobre la violencia sexual y sus repercusiones para las víctimas y las comunidades. Estos eventos tienen un mayor impacto cuando son parte de una conversación más amplia. Los mensajes de prevención se centran en abordar las normas, actitudes y creencias en la universidad que contribuyen a la violencia sexual. Al planificar programación educativa, lee de nuevo la sección Principios de la prevención: Nueve claves para una prevención efectiva. Nivel 3: Educar a proveedoras/es. Informar a proveedoras/es que transmitirán habilidades y conocimientos a otr@s y serán modelo de normas positivas. El cuerpo académico, el personal y líderes estudiantiles pueden jugar un papel esencial en establecer la cultura universitaria y ser modelos de normas sociales para la comunidad universitaria. Considera recursos universitarios que influyan en tu comunidad. Administradores/as, proveedores de cuidados de salud, autoridades disciplinarias, agentes de policía o personal de seguridad, activistas, asesores residentes y dirigentes estudiantiles en la universidad son aliad@s clave en el trabajo de prevención de la violencia sexual. Nivel 4: Fomentar las redes y coaliciones. Reunir a grupos y personas para objetivos más amplios y un mayor impacto. La colaboración trae más recursos, perspectivas y experiencias que pueden ayudar a mejorar el contenido de los mensajes de prevención y ampliar el alcance de éstos. Pueden forjarse asociaciones o alianzas con otras organizaciones universitarias comprometidas con la justicia y la igualdad. Los esfuerzos universitarios también pueden coordinarse con recursos comunitarios tales como el centro local para atención de crisis por violación o la coalición a nivel estatal. Nivel 5: Cambiar las prácticas organizacionales. Adoptar reglamentos y establecer normas para prevenir la violencia y mejorar la seguridad. Es importante adoptar políticas y prácticas para mejorar la cultura interna y las normas en torno al género, la violencia sexual y las relaciones en toda la comunidad universitaria. Entre los ejemplos de comunidades y culturas específicas en la universidad están los departamentos académicos, el senado universitario, las organizaciones estudiantiles, el sistema griego, equipos y departamentos deportivos, medios de comunicación o comunidades de residencias estudiantiles. Nivel 6: Influir en las políticas y la legislación. Establecer leyes y políticas que apoyen normas comunitarias saludables y una sociedad libre de violencia. Las políticas sólidas aseguran que las víctimas tengan acceso a servicios y puedan tanto emprender acciones para proteger su seguridad y promover la rehabilitación como buscar justicia a través del sistema disciplinario de la universidad. Las políticas efectivas se centran en las víctimas y establecen la norma de que la violencia sexual no es tolerada en la universidad y l@s perpetradores/as enfrentarán las consecuencias de sus actos. NOTA: Los niveles anteriores fueron adaptados de: Davis, R., Parks, L. F. & Cohen, L. (2006). Sexual violence and the spectrum of prevention: Towards a community solution [La violencia sexual y el espectro de la prevención: Hacia una solución comunitaria]. Enola, PA: Centro Nacional de Recursos contra la Violencia Sexual (NSVRC). Una prevención efectiva es integral, tiene pertinencia cultural y trabaja por un cambio a largo plazo involucrando plenamente a la comunidad universitaria. Estos esfuerzos se derivan del conocimiento de la comunidad universitaria y cada universidad tiene una cultura, historia y comunidad propias. Como soci@ en la prevención, considera las fortalezas y barreras en tu universidad. Todas las personas podemos jugar un papel para crear una universidad más segura, pero estos esfuerzos deben ser sostenidos por el apoyo de la comunidad en cada nivel. Una universidad existe en una comunidad más amplia y las medidas en colaboración que involucran a much@s soci@s son un beneficio en la creación de cambios. Cada persona tiene un rol que jugar en producir cambios y una estrategia coordinada reúne a actores clave para alcanzar metas. Crear universidades más seguras es un proceso de involucrar a toda una comunidad en el cambio social. Mapa del campus: Previniendo la violencia sexual Para más ideas sobre cómo tú y otras personas pueden ser parte de los esfuerzos de prevención en comunidades universitarias, consulta el mapa interactivo universitario. 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